La Pequeña Sif.

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Se encontraban en la “Fiesta Anual de las Generaciones”, celebración esta iniciada con la sana inquietud de reunir amigos y vecinos. Con el correr de los años la reunión de vecinos se había transformado en una festividad de reconocida significación tanto en números como en importancia de concurrentes.
Todo Vikingo y familia era convocado para confraternizar, charlar, beber, comer, bailar, cantar y jugar. Nadie debía sentirse excluido todos los miembros de la familia asistían hasta las mascotas tenían su espacio.
Nemesio se la pasaba abrazando personas, riendo, bebiendo y haciendo de traductor para que Man no quedase aislado. Todos venían a saludarlo ya que lo consideraban un patriarca del lugar. No faltaban las consultas breves al oído que combinaban futuros encuentros. Todos eran enormes, blancos, rubios y se los veía muy alegres, cómodos y exultantes.

El Vikingo de pronto levantó los brazos una vez más - pero lo abrió más que nunca- y cobijó a toda una familia diciéndolo a Man.

- Ellos son mis queridos Mikli, Sigrun y sus niños.

Sonrientes lo miraron y todos se abalanzaron hacia Man cubriéndolo con abrazos, palabras y gestos muy amistosos. Entre tantos gestos de cariño se percató que uno parecía superarlos a todos ya que alguien se aferraba a sus piernas. Mirando hacia abajo encontró a una niña rubia de ojos cielo que lo miraba con ternura y tristeza pero sin el menor gesto por soltarle. Sujetándose fuertemente como diciendo: ¡Te he hallado!

- Jo… jo…jo… La pequeña Sif! – dijo Iceoffson.

Man la apretó a su cuerpo para luego agacharse y en cuclillas decir…

- ¡Qué hermosa niña! –acariciando sus dos largas trenzas doradas.

Ella le sonrió y lo abrazó con más fuerza dejándole la corona de su cabeza debajo de su barbilla. Instantáneamente percibió una onda undulante que pareció moverlo y hasta casi marearlo. Apoyo una de sus manos en el piso –para no perder el equilibrio- sin soltar a la niña. Mantuvo su sonrisa pero su mente intentaba traducir a su sentir. Realizó tres –disimulados- soplos cortos en la corona de Sif. La abrazó con ambos brazos y le dijo al oído: “Luego nos encontraremos".
La niña pareció comprender y volvió rápidamente a los brazos de su madre, la cual como todos los demás, observaron sonrientes y sorprendidos el breve encuentro.

La fiesta prosiguió, la bebida corría a ríos, todos bailaban, reían, comían, se abrazaban y disfrutaban de un encuentro entre viquingos. La misma duró casi hasta la madrugada.

En el regreso a la residencia Man preguntó por la pequeña.

- Es muda, tiene un tumor en su cabecita… OH, una pena… pobrecita. –comentó Nemesio con resignado énfasis.


Unas horas después en su habitación en Three Wishes.


Man estaba acostado cubierto por un espumoso acolchado, en oscuridad mirando al techo, sus manos descansaban sobre sus caderas. Comprendió que debía encontrarse con ella. Cerró sus ojos y dibujó mentalmente un rectángulo formando una pantalla. Y mentalmente la nombró tres veces, llamándola con su pensamiento.

Y ella respondió y él le siguió diciendo.

- Hola Sif… ¿Sabes quién soy?

Obtuvo un asentimiento como respuesta.

- Te pido permiso para ayudarte, sólo con él puedo hacer lo que debo hacer.

Sif asintió.


- Necesito enfocar tu cabecita justo sobre la corona.

La imagen de la pequeña dorada cabeza de Sif lleno la pantalla, sus cabellos parecían un trigal meciéndose en una noche de luna llena. Man sin esfuerzos pudo percibir una mancha fuertemente enraizada arriba a la izquierda. Era de color negro humo con unos ligeros puntos grises, también detectó otra vibración anormal. Parecía estar más abajo, así pues rotó el foco para descender por el rostro hasta la garganta, localizando en el cuello de la nena otra mancha enraizada. Está era de tono similar a la anterior algo verdosa parpadeante. Le preguntó si le permitía utilizar sus pequeñas manos como herramientas de luz. Ella nuevamente asintió. Volvió lentamente a la zona superior, las blanquísimas delgadas manitas de la niña flotaban sobre el trigal. Les irradió energía sutil dándoles un brillo tenue y suave. E indicándole.

- Pequeña Sif, adelante… sé que puedes percibir lo que percibo. Así que juntos vamos a remover esta bola oscura de tu cabeza. Guiaré tus manos para que podamos retirarla. Lo haremos con suma paciencia y perfección. No debemos dejar nada negro en tu trigal, ahueca tu manito derecha y ayúdate con la izquierda. Tranquila, serena y confiada. Comencemos.

Y con serenidad y delicadeza comenzaron a aislar la negra mancha.

- Excelente Sif comienzas a recordar como es esto. Muy bien, muy bien.

La mancha quedó sostenida en ambas manitas ya que las raíces se retrajeron. Retirándola con un ascendente, decidido y veloz movimiento vertical.

- Juntos vamos a soplar sobre ella.

Ambos soplaron rítmicamente tres veces. Y la mancha se desvaneció.

- Bien… ahora volvamos a tu garganta.

En la pantalla se ajusto la visión mancha parpadeante.

- Ahora la quitaremos. Pero esta vez utilizaremos ambas manitas rodeándolo de afuera hacia adentro para retirarla lentamente. Recuerda que no debemos desgarran ninguna raíz vibracional, ni las oscuras, ni las sutiles. Todas deben permanecer intactas.

Con las yemas de los deditos fueron avanzando, palpando y rodeándola. Una vez sostenida en su totalidad la retiraron lentamente de la garganta y hacia la pantalla. Nuevamente con un rápido movimiento ascendente vertical la extrajeron. Está vez no tuvo que pedirle que soplara ya que ambas manitas se estrecharon en tres avances, disolviendo la parpadeante oscuridad.

Volvieron a enfocar la zona de la garganta cerciorándose de no dejar punto turbio alguno. Giraron la visión a la anterior área, para verificar que no hubiese quedado fragmento oscuro.

- Excelente, pequeña Sif has hecho un muy buen trabajo.

Recibiendo la respuesta.

- Gracias –siguió diciéndole Man- aunque sin tu permiso y asistencia no se hubiese logrado. Ahora purificaremos tus manitas. Ábrelas y colócalas una al lado de la otra. Así… muy bien.

Percibió una pregunta la cual respondió.

- Sí las bañaremos en Luz. Así… así… muy bien.

Las mismas se retiraron agradeciéndoles su bondadosa colaboración. Se tomaron un instante de espera, para luego percibir en la pantalla un trigal puro, límpido y brillante.

- “Lo hecho, hecho está. Espero que hayas refrescado… como siempre se ha hecho y como siempre se hará. Tus manos fueron mis manos, tu dolencia ya no está. Hemos corregido tu destino pues esto no debió estar. Y ya no estará. Te agradezco pequeña Sif por recordarme como plasmarlo y por recordar.”

- Gracias Man. –la vocecilla de la niña brotó con claridad.

- A ti “pequeña Sif”.

- "Un aviso te haré llegar, para que sepas que el destino en mí, recuperado está. "

Man sonrió, cerrando la pantalla y dejándose vencer por el sueño reparador.



Por la mañana muy temprano un rayo de luz lo despertó y en su mano un espiga de trigo encontró.





Sif: Diosa de las cosechas y la fertilidad. Esposa de Thor. También llamada "la de la cabellera de oro".

Artwork por guzsergi+arteD.